Aprovechando la Navidad, hoy vamos a hablar de uno de los vinos más prestigiosos del mundo y tradicionalmente asociado a las celebraciones, no es otro que el Champagne.

El Champagne se elabora en la región francesa de Champaña al norte de Francia (cerca de París), esta zona goza de un clima continental extremo, con inviernos muy fríos y veranos muy calorosos y hasta hace poco estaba en una región límite para la elaboración de vino. Debido al cambio climático, ahora en el Sur de Inglaterra se hacen vinos espumosos de gran calidad, ya que se ha estudiado y se ha visto que tienen del mismo clima que la zona de Champaña hace 20 años.

Este clima extremo y falto de horas de sol hace que las uvas tengan una acidez natural tremendamente agradable que junto con las burbujas generadas por esa segunda fermentación en botella, hacen que el tomar un vino espumoso de esta región francesa sea un verdadero placer.

Se dice que el descubridor del llamado “método Champenoise” (doble fermentación en botella) fue el monje beneditino Dom Pierre Pérignon (1638-1715), que al parecer, involuntariamente generó una segunda fermentación en botella y al probar ese vino dijo que estaba “bebiendo las estrellas”, haciendo referencia a las burbujas que se habían generado y que al parecer desconocía de dónde procedían.

Desde Dom Pierre Pérignon hasta hoy, esta bebida se ha considerado como una de las más elegantes y prestigiosas del mundo y sin duda no falta razón alguna.

El método “Champenoise”, doble fermentación en botella o método tradicional, consiste en lo siguiente:

• Primeramente se elabora un vino base – el vino ha de tener una acidez marcadamente fresca, con un grado alcohólico bajo y sólo se utilizará el mosto yema o mosto de primera prensada.
• Posteriormente se añade un licor de tiraje (concentrado de azúcar) y levaduras que harán que se produzca esa segunda fermentación en la botella y se generen las burbujas que quedarán atrapadas en la misma.
• Luego se produce una crianza sobre lías, las lías son las levaduras ya muertas una vez finalizada esa segunda fermentación. Esta crianza sobre lías puede durar varios años y en el caso de los Champagne la crianza mínima es de 12 meses.
• Después de acabar este proceso de crianza, las botellas se disponen en “rimas” y se van girando lentamente hasta tenerlas boca abajo y depositar todas las levaduras en el cuello de la botella, a este proceso se le llama aclarado.
• Posteriormente se procede al degüelle, congelando el cuello de la botella con las levaduras muertas y posteriormente se abre la botella. La presión interna hará que ese cuello congelado salga al exterior.
• Finalmente se añade el licor de expedición que es un licor concentrado con un grado de alcohol igual al vino espumoso. Según la cantidad que se añada el vino éste podrá ser:

Brut Nature (< 3 g de azúcar / litro)

Extra-Brut (<  6 gr. de azúcar/litro)

Brut (< 15 gr. de azúcar/litro)

Extra Seco ( de 12 a 20 gr. de azúcar/litro)

Seco (de 17 a 35 gr. de azúcar/litro)

Semi-Seco (de 33 a 50 gr. de azúcar/litro)

Doux o Dulce (> 50 gr. de azúcar/litro)

Un Champagne puede estar elaborado con mezcla de diferentes uvas, diferentes viñedos y diferentes añadas. Dentro de la Appellation d'Origine Contrôlée Champagne se establece una clasificación de los viñedos (Crus), de los que actualmente hay más de 300 y de ahí será de donde se seleccionen las uvas para los ensamblajes de cada bodega, con lo que el ensamblaje final será lo que marque la diferencia entre un vino y otro.

Normalmente los Champagne se elaboran con vinos jóvenes mezclados con vinos de varias añadas, esto hace que la bodega pueda encontrar un factor común en su elaboración y buscar así la personalidad propia de sus vinos y de su marca.

Si sólo se utilizan uvas de una misma añada, en la botella aparecerá la mención de “Millésime + añada”, ej: Devaux D Millésime 2006, normalmente esto se hace en añadas excepcionales.

Tradicionalmente la “trilogía” de variedades de uva en Champagne son: la uva Chardonnay (uva blanca), Pinot Noir (uva tinta) y Pinot Meunier (uva tinta) y dependiendo de los tipos de uva que se utilicen en la elaboración, veremos en la botella las siguientes menciones:

• Blanc – el Champagne es blanco y está elaborado con las 3 variedades.
• Blanc de Blancs – el Champagne es blanco y está elaborado únicamente con uvas blancas, es decir, será un 100% Chardonnay.
• Blanc de noirs – el Champagne es blanco y está elaborado a partir de uvas tintas, Pinot Noir y/o Pinot Meunier.
• Rosé – se trata de un Champagne rosado.

Os invitamos a probar estos maravillosos vinos y disfrutar de su chispeante frescura y marcada acidez.