Trucos para un buen maridaje
¿No sabes qué vino ofrecer en tus reuniones y comidas? Siéntete como un auténtico sumiller con este par de trucos.
Dos son los detalles fundamentales en los que prestar atención a la hora de maridar un plato:
1) La textura y la potencia del plato
Es muy importante conocer tanto la textura como la potencia que tienen por un lado el plato que vamos a degustar y por otro los vinos entre los que vamos a realizar la selección. Así, si tenemos un plato muy potente, como por ejemplo una fabada, necesitaremos un vino igualmente potente y con un tánico suficiente para que uno no destaque sobre el otro.
De igual manera si tenemos un plato ligero, como un pollo a la plancha con verduras, necesitaremos un vino ligero para que plato y vino queden en armonía.
Entonces, el primer paso es definir el perfil o estilo de vino que necesitamos para el plato en cuestión. En el segundo paso matizaremos cuál es el vino perfecto para el plato elegido.
2) Características y sabores del plato
En este segundo paso tendremos que ir al detalle e intentar analizar las características y sabores del plato. Tendremos que dar respuesta a preguntas como:
- ¿tiene salsa el plato?, en caso afirmativo… ¿de qué está hecha la salsa?
- ¿qué tipo de aliño lleva?
- ¿qué tipo de guarnición lleva?
Preguntas como éstas nos darán una idea del estilo de vino que necesitamos.
Lo importante es siempre el equilibrio, un buen maridaje es la combinación armónica entre un plato y un vino.
A continuación mostramos cómo se equilibran los sabores en la boca. Esto nos ayudará también a tener una idea para saber identificar estas características con tan sólo probar el plato o el vino.
Para simplificarlo todo, asumiremos que en la boca somos capaces de identificar sólo 4 sabores:
- Dulce – en la punta de la lengua
- Amargo – en la parte trasera de la lengua
- Ácido y Salado – en los laterales de la lengua
Y vamos a intentar explicar con un gráfico, qué ocurre en nuestra boca, tanto con un plato como con un vino.
Balanza de sabores del plato
Como veis en un lado de la balanza tenemos el dulzor y en el otro lado tenemos el amargor, la acidez y el salado. Si tenemos un zumo de naranja ácido lo equilibramos con azúcar, si tenemos un café amargo lo equilibramos con azúcar y aunque el salado potencia sabores normalmente en la gastronomía se da bien una combinación equilibrada Dulce – Salado.
Idea loca ( o quizás no tanto) :¿Habéis probado chocolate fundido con Aceite de Oliva y una pizca de Sal Maldon?
Balanza de sabores del vino
Con el vino ocurre algo similar, sólo que añadimos algunas características propias del vino como el alcohol, o los taninos de la uva o de la madera y el gusto salado no es apenas dominante.
La sensación del alcohol es dulce, con lo que si tenemos un vino con mucha acidez, necesitaremos que el vino tenga también una buena cantidad de alcohol para que esté equilibrado, si alguna cosa destaca sobre otra es lo que se denominan “aristas”.
En el caso de un plato graso, necesitamos un vino con acidez que nos haga salivar y nos limpie la boca para que no resulte tan pesado y a la vez que sea tánico. Imaginaros por un momento unos callos madrileños con un vino de Toro, ¡¡simplemente sensacional!!, pero imaginaros esos mismos callos con un vino blanco …. sin comentarios... mejor no os lo imagineis.
Dentro del lado de la balanza en el que están el amargor y la acidez también tenemos que valorar el amargor producido por el tanino de la uva que es más suave (imaginaros quitar la pulpa a una uva y comerse la piel, esa sensación amarga la provocan los taninos de la uva) y por el tanino de la madera, que es más agresivo, (imaginaros que chupáis una tabla).
El maridaje perfecto será aquel que esté equilibrado en cuanto a textura (plato y vino), potencia (plato y vino) y además estas dos balanzas sean iguales, es decir, la sensación de acidez del plato sea igual a la del vino, la sensación de dulzor del plato sea igual a la del vino, etc.
Esperamos que esto os haya parecido interesante y lo podáis aplicar en vuestra casa, un buen maridaje sin duda realza una comida pero un mal maridaje lamentablemente desmerece los sabores de un plato en conjunto, ahora ya sabéis como hacerlo, esperamos que lo disfrutéis.